top of page
Remigio Del Valle.jpg

Remigio

Por Yolanda del Valle

Adopté a Remigio hace poco más de 6 años y desde la primera vez que lo vi, lo quise con locura. Cuando llegó a mi vida era una bolita de pelos de 700 gramos, flaquito y lleno de pulgas; había pasado sus primeros meses en la calle y yo no sabía mucho de su historia o lo que había vivido en ese tiempo. Unas semanas después de estar en casa, descubrimos que tenía moquillo, pero como él es un guerrero, salió adelante. Sin embargo, ese proceso fue difícil, pues fuimos con varios veterinarios que prácticamente me decían que esperara lo peor. Por suerte, encontré un veterinario que lo trató y Remigio superó el moquillo, pero poco tiempo después ese veterinario cerró su clínica.

Por las secuelas del moquillo, Remigio fue un cachorrito enfermizo, en sus primeros meses tuvo varios problemas del estómago y respiratorios y ya que no teníamos un veterinario de cabecera, probamos con diferentes opciones;

así cada vez él luchaba por recuperar su salud, y yo esperaba con angustia que este veterinario “fuera el bueno”. Lo peor nos sucedió durante una Navidad en casa; pues después de comer su cena especial (croquetas con pollito) se puso muy mal: vómito, diarrea, debilidad.

 

Asustada, fui corriendo a Pet Point. Me quedaba cerca de casa, lo cual era importante por la urgencia de atender a Remi y antes de esa vez, lo habían atendido por una tos y nos había ido bien. Así que aún con miedo, decidí (afortunadamente) poner en sus manos su caso.


A partir de ese momento, todo cambió en el cuidado de la salud y bienestar de Remi; la doctora Carolina lo revisó y me habló de posibles diagnósticos, de los análisis necesarios y opciones de tratamientos; me tranquilizó, compartiendo su conocimiento, con datos, con empatía y supe que podía confiar en ella para que mi Remi se recuperara. Después de seguir el protocolo recomendado por la doctora, descubrimos que Remi padece insuficiencia renal y aunque eso sonaba como la peor noticia del mundo en ese momento para mi, la doctora me explicó cómo se debía tratar, cómo debía alimentarse, cómo podríamos mejorar su calidad de vida en casa y como, no debíamos perder la esperanza porque esto apenas comenzaba.


Siguiendo sus indicaciones, Remigio lo logró una vez más. De eso hace poco más de 5 años y desde ahí, Remigio ha sido fiel paciente de Pet Point. Durante este tiempo le han tratado por diferentes motivos además de la insuficiencia renal: lesiones musculares, problemas de estómago, limpieza dental y su vacunación anual y no podríamos estar más felices con los resultados. 

 

Hoy Remi es un perro adulto sano, feliz y muy amado (25 kilos de puro amor!), que encontró en Pet Point una familia pues cada vez que vamos lo tratan con mucho cariño; y en especial, que encontró en la doctora Carolina un ángel guardian de su salud, que es una gran profesional, muy preparada, que lo conoce y que siempre lo trata considerando su historia clínica y su temperamento.

 

No tengo palabras para agradecer lo afortunados que somos de haber encontrado a Pet Point; sólo les puedo decir que les deseo mucho éxito y prosperidad y que espero que sigan cumpliendo muchos años más, ayudando a otros, así como nos han ayudado a mi y a Remigio.

Remigio
image1.jpeg

Moshi

Por Mariana Tapia

Mi relato de la primera vez que Moshi y yo vinimos a Pet Point es sencillo, pero quiero pensar que significativo. Una amiga me comentó que la doctora divina y súper profesional que atendía a su perrito Pinky, estaba por abrir su propia clínica cerca de mi zona. El siguiente sábado por la mañana, Moshi despertó sin apetito, cosa completamente extraña en ella, no probó una sola croqueta, estaba rara, desganada y, un poquito más tarde, vomitó una vez y luego otra y eso fue suficiente para mí.

 

Llamé para saber si ya estaba abierto, me dijeron que si y me dieron la dirección. Me había contestado Caro personalmente, al llegar fue ella también quien nos recibió y luego atendió a Moshi con todo el cariño del mundo y a mí me explicó con toda la paciencia y con todas las palabras que se sabe, que... bueno, que básicamente exageré y que los perros a veces vomitan y que en este caso, no era nada grave afortunadamente (en mi defensa, sólo llevaba 6 meses con Moshi, una perra ya adulta, en mi vida).

Al pagar la consulta y medicina, también era la propia Caro quien buscaba la terminal y trataba de contestar una llamada al mismo tiempo. Es cuando me dijo que llevaba apenas como una hora de inaugurada la clínica como tal y que Moshi era la primera paciente oficial de Pet Point :)

Hoy me da gusto ver lo mucho que han crecido desde entonces, pero sobre todo, me encanta ver que sigue siempre presente el amor y atención personal y dedicada a cada paciente que cruza la puerta, por cualquiera que sea el motivo de la visita. Es el único lugar donde me siento tranquila en cada visita del trato que le dan a mi perrita tanto en el consultorio como en la estética, tranquila del diagnóstico, de que le hagan estudios e incluso tranquila de que la intervengan. 


Muchas felicidades, Caro y todos en Pet Point, por los primeros 6 años y que vengan muchos más. 


Un abrazo de Moshi y Mariana!
 

john_edited.jpg

El amigo John

Por Brenda Pons

John, Juany, JohnJohn, Juanito, Juan Alberto, Johnny...muchos son los nombres y apodos a los que responde este bombón. Ninguno tan cariñoso y especial como con el cual lo llama su Doc, MVZ Carolina Hidalgo Contreras. Pero no siempre fue así.


John nació y creció en la calle. De cachorro tuvo moquillo lo cual le dejó secuelas como tics y convulsiones. El llegó a la manada hace casi 4 años, en el tiempo calculábamos que tenía 2 años de edad aproximadamente. En cuanto llegó con nosotras, lo trajimos a Pet Point ya que, desde hacía tiempo ya eramos clientes por Boo y sus hermanas. 

La primera cita de John fue amor a primera vista entre su doctora y él. Sin conocerla, se dejó auscultar y revisar sin reparo alguno y recibió pacientemente el tratamiento que su Doc indicó. Fue una cita larga, creo que es la cita en la que más presentaciones hemos revisado en consulta, ya que a pesar de tener un ánimo inmejorable, John venía muy mal.

Resultó que el aliento fétido por el cual lo llevamos a revisión se debía a que varias piezas dentales ya estaban podridas, tenía basura en el hocico y lo peor, nuevamente tenía moquillo. Se fue a casa con un buen coctel farmacológico y a los 10 días regresamos a revisión.

El peludo iba muy bien, había ganado un poco de peso y estaba listo para ser dado de alta tan pronto terminara su tratamiento. Una vez esto pasó, estaba listo para su tan necesitada profilaxis y aquí es donde viene lo mejor de esta historia. Cuando llegamos por él para regresarlo a casa despues de su limpeza dental y una vez que su Doc nos explicó todo lo que hizo durante el proceso y el tratamiento que necesitaría para los próximos días, ella se acerco a John, lo apapachó y le dijo "lo haces muy bien amigo John, nos vemos pronto".

 

Desde entonces en Pet Point es conocido como el Amigo John, a donde llega siempre contento, por mal que se pueda sentir, con la cola arriba y saludando a todo mundo. Hoy en día es un perro sano que come croquetas sin problema como si tuviera dientes, que hace diabluras, socializa con cuanto perro se tope, juega y hace repelar a sus 8 hermanos llenándolos de vida y energía.

 

Gracias Dra. Carolina, Dr. David, Lessie, Chayo, Abel, Eli, Alo y todos los que han pasado por esta excelente clínica veterinaria por su entrega profesionalismo y por esas presentaciones que siempre lo dejan a uno sintiendo que acaba de titularse como MVZ.

 

Felicidades por estos 6 años y que vengan muchos más en los que seguirá siendo un honor acompañarlos y verlos seguir creciendo.

Moshi
John
IMG-20190730-WA0013.jpeg
IMG-20181114-WA0001.jpeg

Oli, Dulce, Mora y Lou

Por Mónica Gutiérrez Cadena

La primera vez que fuimos a Petpoint, llevaba a Oli, de 12 casi 13 años de edad, porque no toleraba el alimento y ya habíamos visitado a varios veterinarios y no mejoraba. La Dra. Caro le diagnosticó problemas alérgicos y con baños y cambio de alimento se corrigió el problema.

 

Después llevamos a Dulce y Mora nuestras perritas que adoptamos después del temblor de 2017 a sus vacunas y revisión porque Mora tenía una arritmia,  la atendio también la Cardióloga, afortunadamente el problema se corrigió al dejar de usar collar de castigo y usar pechera, aconsejado también por Lucero del Rincón de Solin con quien también trabajamos para modificar el comportamiento de mis loquillas.

 

Luego tocó el turno de llevar a Piña nuestra gata atrigada, por asma y finalmente a Lou nuestro gato Ángel que fue cuidado por el Dr. David y la Dra. Caro.

Les agradecemos mucho todos sus cuidados y apoyo con nuestros peluditos.

¡¡¡Deseo que vengan muchos aniversarios más!!!

IMG-20181114-WA0003.jpeg
IMG-20181114-WA0008_edited.jpg
Oli etc
bottom of page